Quien, Cuando y Donde, la Educacion Sexual

La educación sexual es responsabilidad de todos los que están en contacto con el niño. Padres y educadores con su actitud y relación están trasmitiendo pautas sexuales, consciente o inconscientemente.


Se debe proporcionar al niño la información sana y veraz que su curiosidad vaya demandando, y al ritmo de sus necesidades


Padres

Los padres ocupan, tanto de un modo inmediato como a largo plazo, un papel importante en el desarrollo psico-sexual del niño
Las actitudes sexuales paternas influyen en la sexualidad primaria del niño, de forma tal, que los sentimientos que éste adquiere acerca de su propio cuerpo, suponen una fuente de placer, y consigue una autoimagen a través de la cual, deduce que es agradable y puede ser amado por otros



Esto es la base de lo que va a ser la sexualidad adulta. Durante los primeros años, el niño obtiene sus mayores satisfacciones sexuales gracias al cuerpo materno: primero chupando, luego cuando la madre lo abraza, lo mece, lo acaricia, lo lava y lo cuida. La ternura del tacto materno es para el niño una confianza fundamental en el mundo



Educadores
Los profesores/as de la etapa de educación infantil, además de cuidar sus actitudes, deben programar aspectos de educación sexual, dentro de la metodología globalizada que incorpora todos los temas de interés para el niño y para su formación integral


Si la sexualidad está presente desde el nacimiento, la educación sexual aparecerá desde ese momento en base a las actitudes de cariño y aceptación.
La educación sexual atenderá a las necesidades de los alumnos/as, y por tanto irá variando ( la información a proporcionar y metodología) a lo largo de los cursos escolares


Hay que tener en cuenta que todos los ámbitos que rodean al niño, familia, escuela, grupo de amigos, medios de comunicación, realizan educación sexual, ya que a través de ellos el niño adquiere información y pautas de conducta


Formación de criterios y actitudes básicas. Los educadores/as deben


La educación sexual, pretende la formación de actitudes positivas frente al sexo y la sexualidad, y asimismo ha de pretender que el niño pueda tener la base suficiente apoyada en la información objetiva y técnica para formarse criterios sobre aspectos particulares de la sexualidad



Requisito para ello es en primer lugar que el educador (bien sean padres o profesores):
Acepte su yo sexual; el adulto que rechaza su sexualidad no podrá ser modelo de identidad sexual, ni transmitir actitudes positivas



Conciba la sexualidad como una parte integrante del ser humano


Sea objetivo en la transmisión de la información


Se haya formado criterios comprensivos y abiertos sobre la sexualidad humana


Tenga actitudes positivas sobre la sexualidadLos puntos señalados nos ayudarán en Educación Infantil a que el profesor con su comportamiento y actitud frente al tema promueva actitudes positivas de: aceptación de su yo sexual, actitud sana y espontánea, actitud de respeto, responsabilidad, comprensión,... en los niños; y con la información que les proporciones, ayudarles a que se formen un juicio personal, dependiente de sus valores, sobre ciertas manifestaciones de la sexualidad


Conductas sexuales infantiles


Autoestimulación sexual
Durante los primeros años el niño explora todo lo que a su alcance está y especialmente su cuerpo. Los órganos sexuales no escapan de su curiosidad y por su sensibilidad experimenta cierto placer que le hace fijar durante más tiempo dicha actividad


Es una acción natural e inofensiva por lo que no se debe prestar mayor atención; si no se le hacen indicaciones en el intento de corregir esa práctica, lo más probable es que su curiosidad pronto se derive hacia otra cosa


Si por el contrario le reprendemos fijará su atención e incluso llegará a asociar estas acciones que le dicen malas, con la maldad de los órganos sexuales
En niños que la practican durante un tiempo bastante prolongado, sus causas las podríamos resumir en: falta de ocupación; frustración de su afectividad por parte de los padres; retraso psicomotor y se le exigen cosas que es incapaz de hacer; enfermedad y separación de la familia; mala adaptación a su cuerpo sexuado


Juegos sexuales
Suelen producirse a partir de los 3 años y es un juego bastante frecuente en forma simbólica (médicos, padre-madre,...). Pretende examinar los cuerpos de los otros y las diferencias respecto al suyo
Una vez conseguido su fin finalizará el juego, por ello la actitud del educador ha de ser de indiferencia o promoviendo otras actividades con las que el niño pueda conocer los cuerpo de los demás


Contacto corporal
El niño necesita de contacto y apoyo afectivo mediante conductas tiernas y cariñosas. Deben vivir las relaciones de contacto con naturalidad


Exhibicionismo
Conducta frecuente en los niños/as de educación infantil, es otro de los medios de que se sirve para mostrar sus atributos, debido, muchas veces, a la sobre valoración del sexo del niño por sus padres. Tampoco tiene trascendencia ante actitudes adultas indiferentes, pues son de interés momentáneo


Observar las relaciones sexuales adultas
Deberá adoptarse una actitud comprensiva, tolerante y benevolente, haciéndole ver que son conductas íntimas de los padres y que deben respetarse al igual que se respetan sus actividades y juegos. Es necesario asimismo hacerle comprender que es una manifestación sana y deseable

Educacion Sexual Infantil

Sexualidad y Afectividad



Los niños se dan cuenta, perciben claramente, si sus padres se quieren, si se respetan el uno al otro y si se demuestran cariño. Sin duda, es bueno poder explicar a un niño que lo fueron a buscar» porque su padres se quieren, pero esta explicación no le convencerá lo más mínimo si nota que entre la pareja hay malestar, desamor, distancia afectiva o rechazo. Evidentemente, la prueba más convincente de que el vínculo de los padres es sobre todo afectivo no se puede expresar con palabras, sino que el niño la percibe cuando surgen demostraciones de afecto espontáneamente entre la pareja y, a su vez, de los padres hacia su hijo. De este modo, el niño creerá, en sus fantasías, que su presencia aún les hace más felices como pareja. En todo caso, si hay algo que precisar a un niño es que la unión de papá y mamá es fruto de un impulso de amor y de ternura, y al mismo tiempo, del placer mutuo.

Los excesos de recato y desinhibición


En principio, no hay ninguna razón para evitar las muestras de cariño y afecto entre los padres delante de los hijos; todo lo contrario. Sin embargo, es recomendable que la vida sexual de la pareja se circunscriba al ámbito privado de la habitación conyugal ya los momentos de intimidad de los padres, cuando éstos no puedan ser interrumpidos por los hijos. Por otra parte, tampoco hay que exagerar: no es necesario cerrar con llave el dormitorio y el baño cada vez que la madre o el padre entran en ellos, o apagar apresuradamente el televisor ante escenas levemente eróticas.




Por otro lado los padres deben permitir la satisfacción de los deseos del niño en el momento y la cantidad adecuados. Si al niño se le permite seguir tocando el cuerpo de la madre cuando ya no es un bebé meterse en el lecho conyugal cada vez que dice tener miedo bañarse en compañía de padres y hermanos hasta la pubertad se favorece que sufra un gran desconcierto no pueda conseguir dominar sus impulsos no tolere las frustraciones propias de la vida social y considere a sus padres como objetos de satisfacción inmediata de todos sus deseos.En este sentido es muy importante en la vida de familia que cada uno tenga su espacio su camal sus objetos personales y sus ratos de intimidad.




LOS HIJOS ANTE LA SEXUALIDAD DE LOS PADRES Puede ser que a los más pequeños les cueste mucho aceptar que han de dormir solos, en otra cama y en otra habitación, mientras los papás -«que son más grandes»- duermen juntos, en la misma cama. Sin embargo, si la pareja permite que su hijo se meta en la cama matrimonial siempre que le plazca, esto, a la larga, producirá efectos nocivos en su hijo un sentimiento de culpa por haberse entrometido en lo más íntimo y privado de una pareja adulta.




Aun cuando todavía son muy pequeños, los hijos perciben la naturaleza de las relaciones entre sus padres Por eso, no es recomendable que duerman en la habitación conyugal más allá de los tres primeros meses A lo largo de la primera infancia, no hay nada que cause más curiosidad a los niños que los misterios de la relación entre sus padres Más adelante y hasta la pubertad, parece que se desentienden de esta cuestión.




Pero permanecen atentos, aunque disimuladamente, a lo que puedan ver 0 espiar, ya lo que puedan oír; asimismo, en esta etapa también hay niños que piensan que sus padres no hacen «esas cosas»Lo que piensan los niñosEvidentemente, siempre es mejor que los padres no se encuentren nunca sorprendidos por su hijo en semejante situación, porque, en realidad, si los descubre mientras mantienen relaciones sexuales -en la cama, en el baño, el más sorprendido y asustado es el propio niño Su fantasía se dispara e intenta dar sentido a algo que todavía no comprende Imagina entonces, por ejemplo, que «papá y mamá se peleaban desnudos», que «papá hacía daño a mamá». Para él, esto no se parece en nada al hecho de dormir, que identifica perfectamente Por ello, es, pues, necesario insistir en la importancia de extremar las precauciones y permanecer alerta a fin de evitar posibles intromisiones infantiles.

Sueños húmedos




Eyaculaciones nocturnas






El silencioso camino de niño a hombre






Las primeras poluciones nocturnas a los 12 o 13 años no generan la misma expectación que la menarquia en las niñas, pero el proceso conlleva cargas físicas y emocionales de igual magnitud.
Definitivamente es un asunto del que se habla poco. ¿Alguien espera el momento en que el niño tiene sus primeros sueños húmedos, como eufemísticamente se les llama? ¿Quién ha oído hablar de la espermarquia?Equivalente a la primera menstruación






Mientras para las niñas la llegada de la primera menstruación, o menarquia, es un evento que despierta expectación en la familia y de la que la mayoría tiene una buena dosis de información, el proceso similar que viven los niños - la espermarquia y las primeras eyaculaciones nocturnas- pasa casi inadvertido y los conocimientos que se manejan son mínimos.Pero en rigor, el tema es el mismo. Espermarquia es la primera producción de espermatozoides que, generalmente, ocurre un par de meses antes de la primera eyaculación, pero que nadie nota porque se expulsan a través de la orina. Ambos procesos pueden producirse en un período bastante amplio: entre los 10 y los 14 años.Pero en promedio, las poluciones nocturnas, como también se les llama a las primeras eyaculaciones, ocurren entre los 12 y 14 años, cuando los niños han recién iniciado su desarrollo puberal, graficado en el crecimiento paulatino de los testículos, el pene y el escroto.






Inicia la fertilidad






Con esto, el joven adquirirá la capacidad potencial de ser fértil, aunque en los primeros meses la cantidad de espermatozoides en el semen puede no ser suficiente para fertilizar un óvulo.Competencia virilA diferencia de la mujer, en la que la máxima velocidad de crecimiento ocurre antes de la menarquia, en el hombre el peak llega a los 14 años, después de la espermarquia,Esto ha contribuido a que el proceso no tenga la connotación ritual que tiene la primera regla femenina, porque los signos más evidentes del crecimiento del preadolescente - altura, voz, vellos- aparecen después del primer sueño húmedo.






La vivencia emocional de este período, eso sí, deja huellas según cómo la familia lo maneje y la información que tenga el preadolescente. De ello dependerá la dosis de angustia con que el joven lo viva. Aunque ellos no suelen recordar cuándo fue la primera polución nocturna, sí rememoran cuán importante fue ese período entre sus compañeros, las bromas que se intercambiaban, las competencias entre amigos sobre sus capacidades físicas y los problemas que sufrían quienes mostraban un crecimiento tardío.






Sólo entre amigosLa mayoría de las primeras eyaculaciones ocurren de forma inconsciente durante el sueño, pero también puede aparecer durante un proceso de autoestimulación erótica o masturbación del adolescente, explican los especialistas.En el hombre esto se vive como algo más íntimo, entre los amigos. Entonces, cuando aparecen las primeras poluciones nocturnas tienden a esconderlo, porque todavía son niños. Recién están comenzando la adolescencia y no entienden mucho este fenómeno.La edad de comienzo es muy diversa en los muchachos






La poca o mala información inicial trae aparejados otros problemas. Las primeras prácticas se conversan entre los amigos, sobre todo lo referente a la masturbación. Y esto a los padres les genera mucho temor de que comiencen las conductas sexuales.Por eso, señala el psicólogo, es importante la actitud que los padres tengan frente a lo que el hijo está viviendo. Se ha visto que una actitud castigadora es negativa, porque se asocia la cosa sexual a algo malo. Lo adecuado es que los padres informen al niño sobre lo que les está pasando; decirles que es normal que algunas noches se moje, que es posible que comience a sentirse atraído por las niñas y que quizás se masturbe, pero que estas conductas no son públicas sino íntimas, como la sexualidad. Esto genera una cierta protección ante cualquier situación, comenta.Niños juegan con juguetes y ya en el curso hay otros que miran a las niñas con otros" ojos"






Los padres también deben saber que son los niños quienes más pueden sufrir si su desarrollo físico se atrasa, porque son generalmente objeto de burla de sus compañeros, y sienten que no cumplen con el estándar masculino. A esta edad los jóvenes están centrados en sus cambios y viven en permanente duda con respecto a lo que es normal o anormal.






En los niños el crecimiento puberal tardío se puede asociar a sentimientos de inseguridad y de baja autoestima, explica la pediatría.Muchos coinciden con esa apreciación. Este período de desarrollo toca en el hombre un punto muy sensible. No en relación a su definición sexual, sino a la personalidad del niño, su autoimagen, su capacidad académica y de resolución de conflictos. En eso los padres tienen que poner mucho ojo.Por eso, los expertos aconsejan que un niño mayor de 14 años que aún mantiene un cuerpo infantil y no ha tenido las primeras poluciones nocturnas acuda al especialista porque esto podría indicar algún problema de desarrollo físico que finalmente desembocará también en uno de tipo emocional.










Mitos tontos y peludos



Siempre privilegiados, los hombres no sienten dolor con sus primeras poluciones nocturnas. Tampoco hay mitos asociados al hecho, aunque sí con respecto de la masturbación, como que el hechor se vuelve vicioso, puede quedarse tonto, ciego o que salen pelos en las manos.Ninguno es verdad. Lo único cierto es que las encuestas muestran que más del 90% de los preadolescentes practica en algún momento la autoestimulación erótica en condiciones de intimidad.Pero como no genera dolor, no es fácil descubrir si algo está mal.




En general no nos damos cuenta de un retraso puberal por la ausencia de eyaculación o espermarquia, sino porque hay un proceso de maduración retrasado, es decir, que hacia los 14 años no haya crecimiento testicular. Por eso se pregunta a los niños cuándo comenzó a crecer el vello, el escroto o el pene, porque la verdad es que pocos se fijan si les crecieron los testículos.Para saber cómo va el desarrollo, es necesario que los preadolescentes visiten al doctor al menos una vez al año.

Padres y Sexualidad




¿Cómo nombrar el sexo?

El cuento de la abejita les quedó chico y el de la cigüeña simplemente está out. Un estudio revela cuán temerosos, inseguros y desinformados están los padres frente a la nueva generación de niños muy despierta y estimulada que les pide respuestas claras ya sobre sexualidad. ¿Qué hacer ante este desamparo parental?



"Mi hijo de ocho años me preguntó cuántas veces había hecho el amor con su papá. Le dije que muchas, y me comentó que para qué tantas si sólo tengo dos hijos. Me tupí un poco y le expliqué que hacer el amor entre dos adultos que se quieren es una actividad placentera. Sentí que debía ser honesta, pero la culpa de ser demasiado liberal también estuvo presente", relata una de las angustiadas usuarias del servicio Fono infancia de la Fundación Integra.



Seis de cada 100 llamados recibidos en ese servicio de orientación telefónica corresponden a interrogantes de padres desorientados respecto de cómo enfrentar dudas o episodios del desarrollo sexual de sus niños. De ahí que esta instancia se planteara explorar, mediante un estudio de opinión, qué estaba sucediendo con ellos en este terreno. Esa investigación -un sondeo realizado por FonoInfancia a un universo de 200 padres, en su mayoría mujeres, de la Región Metropolitana- evidenció su pobreza de recursos y el desamparo en que se encuentran para enfrentar el tema, además de otros problemas no menores.



"Nos llama la atención que ellos centren sus necesidades en poder responder a temas de genitalidad, reproducción y salud sexual, más que a otras necesidades en positivo del desarrollo sexual de sus hijos", comenta la psicóloga y coordinadora de FonoInfacia.



Lejos a lo que más temen los padres es a hablarles a sus niños del acto sexual. El 40% dice que lo más difícil es para ellos explicar el coito a sus retoños. La mayoría tiene grandes dudas acerca de cómo hablarles de sexo y un grupo importante siente incluso vergüenza de hacerlo, mientras saben que sus hijos reciben información de sus amigos (35%) y la televisión (20%) mayoritariamente. Aunque prácticamente todos (el 98%) consideran que es necesario conversar sobre sexualidad con niños y niñas. Querer, pero no poder es entonces una de las grandes angustias y frustraciones de los papás. "Lo que más dificulta a los padres al explicar el sexo es hablar de penetración: si vieran el acto sexual como un juego placentero, que va desde hacerse cariño a otras cosas, sería más fácil para ellos hablar del tema", reflexiona un experto.



Si los padres no lo tienen claro…





El estudio constata una gran contradicción: desean hablar de sexualidad con sus hijos, pero se sienten muy carentes de información para hacerlo y eso los hace inseguros: el 77% de los encuestados manifestó que nunca ha recibido información sobre sexualidad infantil y una cifra cercana sostuvo que jamás conversó de sexualidad con sus padres. Y de los que sí hablaron con ellos, lo hicieron principalmente con sus madres, confirmando que históricamente estas responsabilidades educativas las ha concentrado la mujer. De ahí que la mayoría (56%) no se sienta capacitada para responder a unos hijos que saben y hablan de sexo como nunca antes y que no es raro que los sorprendan con preguntas como ¿qué es un orgasmo?, ¿para qué sirve un condón?, o ¿qué significa sexo oral? Interrogantes muy frecuentes que recogen a oídas de amigos o de los medios de comunicación.


¿Lenguaje de niños?


"Son niños que están sometidos a una mayor estimulación y, por lo tanto, a un desarrollo cognitivo más intenso que antes. Aquí el cuento de la abejita, la semillita y la cigüeña están obsoletos. Basta que los niños enciendan el televisor pasadas las 10 de la noche para que todas esas construcciones se derrumben de sopetón. Es imposible parar la avalancha de información que ellos están recibiendo y también buscando activamente. Los estudios demuestran que hoy un niño de cinco a ocho años está describiendo lo que es una relación sexual, mientras los padres erróneamente creen que sus hijos recién después de los ocho años están teniendo manifestaciones sexuadas", Aconseja por eso a los padres que cuando hablen a sus pequeños les nombren la relación sexual y los órganos sexuales sin eufemismos. "Aunque hay que hablarles en su lenguaje, no les vamos a hablar de penetración ni de erección. Hay que responder a su duda precisa sin darles información extra, que sólo los confunde".


Ignorancia y confusión.


La ignorancia y confusión de los adultos sobre las distintas etapas de la sexualidad infantil también se hacen evidentes en este estudio. Piensan que recién a los ocho años se manifiesta la sexualidad, cuando ésta se inicia desde el nacimiento; creen que a los 10 años se define la identidad sexual, mientras eso sucede en promedio a los tres años; estiman que la edad para abordar con sus hijos estos temas es desde los cinco años, cuando esto debe suceder apenas comienzan a hablar y hacer preguntas. "Padres y madres debemos saber que la sexualidad es una construcción dinámica que se da a lo largo de toda la vida", comenta un experto refiriéndose a lo trascendental que resulta atender a las necesidades de la sexualidad infantil, una etapa fundamental, que no debe quedar en el olvido


El rol fundamental de la familia.


La información que aporta la investigación de Integra no es menor si se considera que en este escenario de desorientación y desinformación de los padres se comenzará a implementar el nuevo Plan Nacional de Educación en Sexualidad y Afectividad del Ministerio de Educación, que considera a la familia un actor muy "preferente y relevante" para la consecución de sus objetivos.


"Sabemos que será una tarea lenta, y que la construcción del plan es larga, la familia es fundamental para que sea exitoso y la estamos considerando desde la gestación misma del plan. Hemos conversado mucho con los padres", comenta la coordinadora de la Secretaría Técnica del plan, Debora Solís. Afirma que en Educación están conscientes de las debilidades y problemas de los padres. Una encuesta nacional sobre sexualidad que el Ministerio hizo el año pasado dio resultados semejantes a los del sondeo reciente de Fono Infancia.


El ministerio trabajara intensamente en su difusión
No obstante en esa cartera reconocen que por la urgente necesidad de hincar el diente a los requerimientos de los adolescentes de hoy, que no pueden esperar, el segmento de los niños ha quedado algo rezagado entre las prioridades establecidas en la puesta en práctica del nuevo plan.


"Hay un convencimiento generalizado de que la inversión que se haga en educación en los primeros años de vida es incalculable. Necesitamos hombres y mujeres que puedan cuidarse mejor y para eso hay que comenzar invirtiendo en los niños. Pero son tantas las necesidades del hoy que sin duda que la atención a la sexualidad infantil ha sido débil", acepta Débora, mientras entrega detalles de cómo se preparan para ofrecer alguna respuesta a los hasta hora desamparados padres. Entre estas opciones se cuenta la preparación de un libro para apuntalarlos, ayudándolos a responder a las interrogantes que les surjan desde la sexualidad infantil a la juvenil. "Y ahora cómo se lo digo" se llama ese manual de autoayuda que estará listo a inicios de 2006. Sin embargo, para otros procesos urgentes de conversación e interacción los padres tendrán que esperar. Por ahora se anuncia para el próximo año el inicio de un plan con 1.500 profesores que tendrán que trabajar su propio desarrollo psicosexual como condición previa al trabajo del plan con los alumnos ("Muchos no han visto un condón en su vida, por ejemplo, o están conflictuados con su propia sexualidad", comenta Débora). El proyecto aspira a convertir gradualmente en el próximo quinquenio las reuniones de apoderados en buenas instancias para trabajar los temas de sexualidad.


Así el camino será largo y el objetivo ministerial de "apoyar y promover la labor educativa de las familias para que realicen un adecuado acompañamiento y formación afectiva y sexual de sus hijos e hijas", recién se podrá ver en la tercer fase del plan, entre 2009 y 2010. Solo entonces se puede esperar "familias con conocimientos y competencias en educación en afectividad y sexualidad", como enumera el documento programático.


El “rollo es de los adultos”


"La sexualidad infantil es uno de los objetivos centrales. La idea es dar herramientas para la prevención y vivencia responsable, pero también para la construcción de un proyecto personal de vida en el que el placer esté presente", un experto, quien reconoce que "la gran piedra de tope son los adultos. Niños y jóvenes tienen una relación muy natural con la sexualidad, mientras los adultos de hoy la vinculan a problemas"


Temor a lo desconocido


Encontré a mi hijo de seis años tocándose el pene con un amiguito, ¿qué debo hacer? El miedo merece un capítulo especial en este escenario. Y entre todos los miedos, el temor a la homosexualidad es muy patente en los padres. La mayoría de los llamados que recibe FonoInfancia sobre sexualidad están relacionados con esta angustia.
De acuerdo al sondeo, la interacción es pobre, pero el 71% de los encuestados sostiene haber conversado con sus hijos sobre el conocimiento de las partes del cuerpo (32%), autocuidado (31%) y preguntas sobre reproducción (26%). Su preocupación está centrada principalmente en "protegerlos".


La explicación de este fenómeno estribaría en que la conversación pública sobre sexo en Chile, ocurrida en el último decenio, ha versado sobre lo riesgoso. No es del todo negativo, dicen los entendidos, pues ello ha derivado en actitudes de mayor autocuidado y conocimiento de niños y jóvenes del propio cuerpo. Pero también hay un impacto negativo. "Lamentablemente hemos desarrollado la sexualidad desde el temor, desde lo que no debemos hacer. Para los papás los temas difíciles de abordar tienen que ver con el embarazo, las enfermedades de transmisión sexual, o que su hijo pueda ser homosexual. Eso es lo que les preocupa", .


Masturbación en los niños

Masturbación en los niños:Es tocar sus genitales para obtener satisfacción


Gran inquietud ocasiona en los padres el notar que sus hijos pequeños se manipulan los genitales, muchos de ellos en forma frecuente. Esto es lo que conocemos como masturbación y en sí es la estimulación de los propios genitales para obtener placer y satisfacción. Por esto mismo, apenas se le quita el pañal a un bebé pequeño, éste buscará la manipulación genital, la cual puede ir acompañada de erección del pene, aunque hay que recalcar que tan pequeños, estas experiencias no tienen connotaciones sexuales ni emocionales, simplemente les resulta agradable


Mas frecuente de lo que se creePor lo menos la tercera parte de los niños preescolares presentan esta manipulación genital que les causa placer y esto aumenta naturalmente con la edad. Desde muy temprana edad –5 meses– cuando el bebé aprende a tomar las cosas, aprende a manipular sus genitales, especialmente el pene, pero la masturbación puede ocurrir a cualquier edad, siendo mas común en los niños de edad preescolar y en los adolescentes. Pero es a los 3 años cuando pone más atención en sus genitales buscando placer sensual manipulándose su pene o la zona de la vagina.


Todo cambia con la edad
Normalmente, entre los 3 y los 4 años tienen la necesidad innata de explorar sus propios cuerpos y los de sus padres, y la curiosidad sexual es una manifestación de esta necesidad. Entre los cuatro y los seis años de edad, los niños practican comportamientos relacionados al sexo, como tocarse y rascarse la zona genital, masturbándose con sus manos, poniéndose objetos en la zona genital y frotándolos en forma rítmica, en ocasiones moviendo todo el cuerpo, endureciendo y poniendo rígidas las extremidades, a veces apretando objetos entre las piernas, presentando respiración irregular, rubicundez facial y sudoración importante. La masturbación con objetos es muy rara en la niñez y puede hacer sospechar que el niño ha tenido experiencias sexuales inapropiadas.


El problema es hacerlo en público
La masturbación excesiva o realizada en público puede tener varias causas que incluyen ansiedad, el nacimiento de un hermanito, alteraciones en la relación madre-hijo, abuso sexual o exposición del niño al comportamiento sexual de los adultos.


Es algo corriente y normalLa masturbación es normal en los niños, no hay ningún motivo para preocuparse o intentar erradicar esa conducta. Si los padres reaccionan en forma exagerada a la masturbación de un niño y lo hacen aparecer como algo sucio o perverso, le podrían dejar el mensaje de que algo malo pasa con esa parte de su cuerpo o con él mismo, y causarle un daño emocional, complejos sexuales o sentimientos de culpa. Es recomendable esperar a que sea mayor para hablarle sobre temas como la intimidad, el pudor y la privacidad de su cuerpo, por lo que es importante que los padres acepten este comportamiento como una curiosidad del niño, completamente normal.


Lo considerado como anormalPodríamos considerar anormal esta conducta si el niño la practica después de los 5 o 6 años en forma premeditada y en lugares públicos, ya que a esta edad la mayoría de los niños adquieren discreción y sólo se masturban en privado.


¿Que hacer?


Cuando esté en otros lugares, trate de distraerlo con juguetes o con alguna actividad, y si esto falla explíquele que esto sólo lo puede hacer en su cuarto y no en público. Si su hijo acude a estancia, guardería o jardín de niños, pídale al encargado que actúe distrayendo al niño y jamás "fijarle la atención en que lo que está haciendo es malo".


La importancia del "regalonear"


Se ha visto que algunos niños pequeños se masturbarán menos si reciben mimos, cariños o abrazos adicionales durante todo el día, por lo que hay que procurar disponer de por lo menos una hora diaria para brindarle todo tipo de manifestaciones físicas de afecto.


Lo que no hay que hacer


Por ningún motivo se le ocurra castigar a su hijo, ni califique la masturbación como mala o pecaminosa, ya que esto no sólo no funciona, sino que podría favorecer que la practique

Descubrimiento e Identificaciòn con sus Propios Sxo


El descubrimiento del sexo individual tiene dos facetas:

El reconocimiento de sus órganos sexuales y la comprensión de que son diferentes de los del otro sexo

La identificación con el modelo de su propio sexo

3 años: el niño descubre, siempre que tenga ocasión de observarlas, las diferencias anatómicas de los sexos. Anteriormente ya había explorado sus órganos sexuales, más como objeto personal que como carácter propio de su sexo

2 años: ya sabía si era niño o niña, pero dicho conocimiento era más social que anatómico, es decir, se basaba en el vestido, el pelo, la posición de hacer pis,...

Para el niño es fundamental el momento en que percibe la existencia de una diferencia sexual. Antes de esto, el niño pasa por la fase de separación-individualización de la madre

El niño se va a reconocer como individuo antes que reconocerse como sexo

Cuando ya se ha establecido el sentimiento de individualidad, el niño debe reconocer su pertenencia a un sexo

Hasta los 3 años el niño se relaciona e identifica sobre todo con la madre, sintiéndola más en su dimensión afectiva, que como persona de sexo femenino

Mediante sus observaciones el niño toma plena conciencia de que existe una madre de sexo femenino y un padre de sexo masculino

Tanto los niños como las niñas realizan investigaciones recíprocas que les proporcionan respuestas precisas a los problemas de las diferencias sexuales

Identificación con su propio sexo

Una vez que el niño ha descubierto su propio sexo, intentará por esa forma discriminativa de su pensamiento, ver las semejanzas y diferencias que existen entre él y los que son como él

Mediante la imitación, el niño asume el tipo de conducta que la cultura le asigna a su sexo

El padre y la madre adquieren una importancia distinta para sus hijos, según sean éstos varones o hembras

Tanto unos como otros quieren mucho a sus padres y tienen necesidad de ellos, pero los varones comienzan a comprender que son del mismo sexo que el padre y las niñas toman conciencia de que ellas son como su madre

Los modelos de comportamiento de padre y madre serán decisivos en esta identificación. La separación voluntaria entre sexos es un paso más en reconocer sus propias diferencias y amoldarse a un modelo que le brinde seguridad y aceptación

Estas diferencias no han de llevar connotaciones de valía de uno sobre otro sexo, sino la importancia que ambos tienen en el desarrollo personal

La construccion de los roles masculinos y femenimos

Tipificación sexual


Este proceso, denominado Tipificación sexual y que se refiere al conocimiento de las funciones que la sociedad asigna a cada uno de los sexos, se produce de forma paralela a la identidad sexual.

Cada sociedad y cada momento histórico tiene unas expectativas y unos roles asignados a uno y otro sexo.

Tales expectativas y roles son bastante difusos y pluriformes: profesiones ligadas al sexo, comportamientos ligados al sexo, y toda una gama de conductas tipificadas como masculinas y femeninas. Algunos de estos estereotipos son evidentes y conocidos, mientras que en otros casos son más sutiles. Al menos por lo que en las sociedades occidentales se refiere, los estereotipos ligados al sexo no dejan de debilitarse, dando paso a situaciones y relaciones cada vez más igualitarias. Es éste un aspecto, en el que la educación juega un gran papel, tanto en le sentido de estimular el sexismo, como en el sentido de estimular el igualitarismo entre los sexos